.
Yo Te Stalkeo
Tu Me Stalkeas
El Nos Stalkea
Nosotros Los Stalkeamos
Ellos Nos Stalkean.
sábado, 31 de agosto de 2013
viernes, 30 de agosto de 2013
Margaritas para los cerdos
.
Ayer (hace un dia, o 20 o Mil) la tristeza encontró un alma lastimada, así de
esas que tanto le gustan, y sutilmente se instaló y se sintió como en su casa.
Poco le importó la felicidad pasada o todo el positivismo de esa alma, ella
solo quería hacer su trabajo y lo consiguió. El alma no tuvo mas opción que arrastrar la
tristeza por cuanto camino andaba, se sentía sola y muy mal acompañada. Curiosa
y egoístamente pensó que no había mayor sufrimiento que el que ella abrigaba, y
se sintió incomprendida, aislada.
Pero esa noche recibió la llamada de otra alma, que de tal
forma insistió en llamar una y otra vez que el alma entristecida no tuvo otra
opción mas que contestar, aún contra su triste voluntad. Intentando ocultar su
infame condición contestó con la felicidad mas fingida que se pueda contestar,
la única respuesta que su falso saludo recibió fue un voz casi imposible de
reconocer por el llanto que cubría de tristeza cualquier palabra. La otra Alma
amiga sufría y hablaba y las dos cosas juntas. El Alma intenta hacer frente a
una tristeza ajena que a lo lejos se veía mucho mas grande que la suya. Sintió
un poco de alivio frente al hecho de que su Alma amiga, asi entristecida recurriera
a ella buscando cariño y comprensión con la confianza de saber que algún consuelo
podría encontrar en sus palabras.
Las Almas conversaron brevemente, porque era tal la tristeza del
Alma amiga que ni siquiera podía hablar. El Alma escuchaba sus lágrimas aunque
ellas al principio no atendían sus recomendaciones. Asi pasaron los minutos y
el Alma mas o menos consiguió darle un mínimo de tranquilidad a su Alma amiga. Acordaron
verse para poder hablar, o simplemente para sentir la compañía de un amigo. Se
citaron en 20 minutos, que resultaron tan largos como dos horas. El Tiempo de
espera El Alma lo llenó pensando su ridícula posición de “consolador
inconsolable” ¿Como podía darle tranquilidad si era lo que menos tenia en ese
momento? Sobre todo porque sin saberlo El Alma amiga al contarle sus
sentimientos hacía detonar la bomba de los suyos. Al final el encuentro de las
Almas nunca se concretó. Más tarde el Alma Amiga nuevamente llamó pero ahora
disculparse, ya estaba mas tranquila, así que brevemente platicó lo que le envenenaba
por dentro. Todo iba bien, hasta que mencionó las palabras exactas, esas que
hicieron que el dique de la tristeza se desbordara y el Alma súbitamente pasó
de Consolador a Consolado.
Al final las dos Almas descansaron un poco. Una porque pudo
hablar y llorar en un sitio seguro, y la otra porque sin duda encontró un poco
de consuelo en saber que su tristeza no es un acto en solitario.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)