martes, 14 de julio de 2015

A Juuuuuuuuuuuuuu.......


Siempre me ha gustado la música, mucho.

Mi primer recuerdo musical viene de cuando aca su servilleta tenía 10 años. En ese entonces cerca de la casa de mis padres había una mini feria, jueguitos les llamábamos coloquialmente. A mi corta edad y mas corta estatura los mentados jueguitos me parecían una enorme feria, casi a la altura de las Fiestas del Sol, pero con los años me di cuenta que practicamente abarcaban la superficie de unas cuatro casas. Recuerdo que había muchas luces, poca gente y dos constantes: El Salado, que era un principiante de tecolín, el cual como si estuviese bajo contrato, acudía puntualmente todos los días a la mentada miniferia a pelearse con cualquiera que lo mirara feo.  Y Gloria Gaynor. 
Por alguna razón todos los días ponían y repetían hasta el cansancio una canción de Gloria Gaynor "I Will Survive", supongo que no tenían un ipod con un chingo de rolas como para darle shuffle. En fin, el caso es que desde que escuché esa canción literalmente me enamoré de ella, no entendía absolutamente nada de la letra puesto que estaba en inglés, pero digamos que me movía el "sentimiento musical" (cosa que mi hija Karen heredó).
Así que casi todos los días acudía a la cita con Gloria, no llevaba dinero como para pasearme y escuchar la rola, eso ya era mucho pedir, pero me divertía escuchando eso que sin saber por que me hacía simplemente feliz.

Todo este anécdota viene al caso para darle un punto de partida a mi gusto musical. 

Antes me era mas sencillo decir que prácticamente me gusta todo tipo de música, esta expresión ya no es posible desde la llegada de los narcocorridos, las rolas chukas y los quinientos balazos. 

Dentro de mis favoritos del ramo agropecuario están evidentemente Ramón Ayala, Antonio Aguilar y Vicente Fernandez, después de esos tres el siguiente creo sería Joan Sebastian, ese mismo que past away el día de ayer. 

Hoy recordaba una anécdota curiosa ocurrida hace unos ocho años, precisamente dentro de la vorágine de mi divorcio. Mi compadre tuvo la buena voluntad de invitarme a la piñata de uno de sus hijos a pesar de que era de todos conocido que mi ex y yo andábamos de manita sudada por los juzgados civiles de la ciudad. Así que ahí andábamos en la fiesta mis hijas, mi ex y yo. Ya entrada la noche la fiesta se tornó en Karaoke. Mi compadre tiene una férrea voluntad cuando de chingar la mente se trata y fijó su objetivo en conseguir a cualquier precio que aca su servilleta cantara en el karaoke. 
Hay dos cosas en esta vida que yo no debo de hacer, una es cantar. Sabiendo eso me resistí mas que cuando mi mamá me quería llevar a la primaria y yo fingía estar enfermo. Al final, terminé cediendo, en ambos casos.

El destino es algo tan hijo de la chingada que algún día me va a pagar todas las que me debe, el karaoke estaba en random así que cantabas la que te tocaba, pa acabarla de joder. Como mera información el principal motivo de mi divorcio era la presunción de mi ex de que yo andaba con otra mujer, me vale si creen o no en mi inocencia, yo solo diré que no era así. Bueno, regresando al karaoke gate ahí me verán parado esperando los acordes que el destino me deparaba, la primera estrofa que tuvo que salir de mi ronco pecho fue mas o menos así:


"Te voy a cambiar el nombre
para guardar el secreto
porque te amo y me amas
y a alguien debemos respeto"


Si, Secreto de amor... SPM!

Descansen en paz Joan Sebastian y mi matrimonio fallido.