lunes, 17 de agosto de 2015

elfaussto Montessori.


Tengo 15 casi 16 años siendo padre, y no hablo de que soy a todo dar, sino del hecho de que hace casi 16 años nació mi primer hija.
Este fin de semana estaremos de fiesta.

Sin pensarlo me he puesto a reflexionar un poco sobre esa tarea que es una especie de bendición con castigo, así como cuando te comes unos churros con harto chile,que saben deliciosos pero te sacan lagrimitas del ardor.

Ser padre es lo mejor que me ha pasado en la vida, y mira que me han pasado cosas fantásticas. Todos estos años me han enseñado que quizá nunca deje de aprender cosas nuevas de mis hijas. Todos los días me dan lecciones de amor, de tolerancia, de paciencia, de felicidad.

Creo que este post está motivado por el hecho de que en la mañana de hoy leí y compartí una lista de 15 puntos de doña Montessori para educar niños felices.

En especial resaltaré tres puntos.-

Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.

Respetar las ideas y opiniones de nuestros hijos es básico. Los padres con frecuencia olvidamos que los hijos no son una extensión de nosotros, son personas independientes. Respetar su libre pensar y enseñarles que su voz cuenta en el núcleo de la familia les dará valor para expresar sus ideas también fuera de casa.

No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está.

Esto es como el ABC en la educación de los hijos, sin embargo también es uno de los puntos que muchos rompen con frecuencia. Los niños no son tontos, ni flojos, ni burros, ni tragones, son simplemente niños, el resaltar los puntos negativos de su conducta solo genera perdida de autoestima y en determinado momento una bomba de resentimiento que tarde o temprano va a estallar.


Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.

Este punto realmente es importante, terriblemente importante diría yo. No se trata de solapar al chamaco, sino de que sepa que en verdad siempre puede contar contigo. Recordé hace poco el caso de una amiga que me decía que estaba muy preocupada porque le mandaron a hablar de la escuela de su hijo, porque su hijo se porta mal, y que tenia que hablar con la maestra y la directora para que le pasaran la lista de quejas. Mi comentario fue: Solo recuerda que tu estás del lado de tu hijo, que el solo te tiene a ti, y que la batalla no debe ser 3 contra 1 sino 2 contra 2. No, no digo que justifique sus actos, sino que legítimamente se manifieste preocupada por la conducta de el y que les haga saber a los docentes y a su propio hijo que juntos van a buscar la mejor solución. Que el niño sepa que cuenta con su mamá, que pueda percibir el amor que su mamá le tiene y que ese lazo cree el compromiso en el niño para mejorar su conducta.
Yo mismo en alguna ocasión le he dicho a mis hijas, que no importa que tan mala sea la decisión que hayan tomado, siempre pueden contar conmigo, seguro las voy a ayudar a salir de la bronca aunque sea solo para después ya en la comodidad del hogar ponerles una chinga, bueno, no tanto, pero mas o menos. La idea es esa.

A la lista solo me gustaría agregar dos puntos en uno, Hablen con sus hijos, y Escuchen a sus hijos. Hablen mucho, lo necesario, lo suficiente. Cuéntenles como les va en su trabajo, platiquen las decisiones que tienen que tomar, los conflictos del día y como los solucionaron, las historias de sus amigos, todo. Diría yo, cuéntale a tus hijos lo que te gustaría que ellos te contaran.

Un día mi hija me dijo: Mi mamá quiere que le cuente mis cosas pero ella nunca me ha contado las suyas.  Creo que esta frase es un buen colofón para este post.