miércoles, 15 de enero de 2014

Random

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¿Cuando fue la última vez que tu mujer sonrió feliz solo por verte?

Esa fue la pregunta que se me quedó grabada en mi memoria después de una de esas sesiones de pensamientos random.

La vida es para ser feliz, si no eres feliz estas haciendo las cosas mal, y probablemente hasta estas arruinando la felicidad de otras personas.

Hablando de la pareja, si bien no es estrictamente una obligación el hacerla feliz dada la naturaleza personal de la felicidad, si existe cierto compromiso de contribuir a esa felicidad, de crear un entorno adecuado para que la felicidad de pareja se de. Preocuparte por que ella esté bien, arroparle sus miedos, darle apoyo y confianza para que florezca como persona y pueda desarrollarse y desarrollar su felicidad.

Con los hijos la obligación y el compromiso es total, al ser personas dependientes de nuestras decisiones su felicidad va ligada directamente a lo que hagamos o dejemos de hacer por y con ellos. Los padres no podemos distraer nuestra vida de la vida de los hijos, y nuestras acciones por ende deberán ir encaminadas a crear el ambiente propicio para que ellos crezcan y se desarrollen FELICES.
La felicidad para con los hijos es sumamente facil de generar y de contagiar, basta la convivencia diaria con ellos para saber sus gustos y sus pequeños motivos de felicidad. Ni siquiera es necesario comprarles lo último en moda o tecnología, ellos lo que quieren es tiempo, convivencia y amor.

Un padre no solo debe llevar el sustento económico a la familia, también debe colaborar en el sustento emocional, no hacerlo es un error que tarde o temprano se pagará y se pagará muy caro.