sábado, 15 de agosto de 2020

Ansias

 Mi madre era una persona ansiosa (Muy) Yo soy una persona ansiosa (bastante) ignoro si eso es trabajo de los genes o una simple conducta aprendida. 

Lo de mi madre era una cuestión que pasaba por el hacer, si ella tenía algún pendiente su alma no tenía paz hasta realizarlo. Si tenía que llevarla a algún lado bien sabía que tenía que pasar por ella puntual porque ella estaría esperando desde media hora antes, y así era , cuando yo llegaba ella estaba bañada y perfumada esperando su Uber (que curioso, eso era hace poco más de 10 años y no había Ubers) 

Lo mío tiene que ver más con el saber ¿Que va a pasar? ¿Cual va a ser el resultado final? ¿Saldrá mucha utilidad? Esperar la información genera en mi un estado de ansiedad del que quizá mi madre estaría orgullosa. 

Así pues, bajo esta premisa, lo peor que me puede pasar es que alguien me diga que me va a decir algo cuando me vea o, tantito peor, me va a dar una sorpresa. Desde el momento mismo en que me lo comunican ya estoy con mi espíritu inquieto esperando una terrible revelación, no soy fatalista, pero por costumbre las noticias buenas se dan en caliente y las malas se retienen hasta el momento adecuado. Mi mente crea escenarios probables en donde me veo recibiendo reclamos, insultos o pruebas de embarazo positivas, hasta que la fecha llega, la tela se corre y la revelación se descubre: Te compré esta estampita de San Juan De Lozoya. Dicen que es muy milagroso. 

Vaya. Espero que sea bueno contra la ansiedad. 

martes, 11 de agosto de 2020

Trascendamos

 

Obra de Joan Hernandez Dominguez



Trascendamos 🌻❤

Cuánto más te ames, menos amor necesitarás. Por lo tanto, al no necesitarlo, no construirás ni sostendrás relaciones conflictivas. Sólo vendrán a tu vida personas de luz y sabiduría, y si no fuera así, se marcharán rápidamente. 

Al no necesitar amor te expresarás siempre como deseas y seguirás a tu corazón todo el tiempo, ya que no tendrás miedo al rechazo, ni al juicio, ni a la soledad, ni a la carencia o al abandono. Como tu corazón estará lleno de ti, sentirás que el mundo entero es más pequeño. Sentirás que el mundo está dentro de ti y no tú dentro de él. Todo lo disfrutarás en su justa medida. Saldrás al cine, a cenar, harás deporte y otras actividades, pero nada, absolutamente nada, te dará un placer mayor que cuando cierras los ojos y sientes ese amor en tu corazón; ese amor que te ganaste tras años de sanar y aceptar tus heridas; tras años de permanecer en silencio; tras años de hacer lo que viniste a hacer a este mundo sin distraerte: evolucionar. De eso se trata el camino espiritual: de no distraerte.

Si te distraes, procura siempre que sea a plena conciencia. Elige la distracción pero nunca permitas distraerte inconscientemente y engañarte con que la felicidad está afuera. Usa al mundo pero no permitas que te use a ti. Disfruta de todo pero no necesites nada. Tienes que lograr vivir de tal manera que puedas prescindir de las personas y de los objetos. Esa será la prueba de que has recuperado el contacto con tu alma.