martes, 24 de enero de 2017

Lecciones.



¿Sabes lo que hago para relajarme? Escribo.


Algo estamos haciendo mal, muy mal. Tengo la teoría que un día de estos se abrirá un enorme agujero negro y nos devorará a todos juntos. Sería un buen final.

He visto tantas cosas terribles que los "humanos" nos hacemos entre nosotros que ya estoy dudando de la teoría de Jean-Jacques Rousseau que nos dijo: El Hombre es bueno por naturaleza.

Vivimos en una sociedad de poseer, en donde cada día nos enseñan algo nuevo que no tenemos y que necesitamos urgentemente, algo material claro. Ahí empieza la carrera al fin del mundo. Perseguir la liebre como único fin y olvidar el resto.

Desgraciadamente ese resto es lo que mas nos debería importar, Padres, Hermanos, Hijos. No hay tiempo para ello, hay que trabajar para tener, y tener para presumir. Y nos llenamos de cosas y nos vaciamos de humanidad.

Mi generación está jodida. Y lo peor de todo es que ya tenemos hijos, y los echamos a perder y así podridos los enviamos al mundo a terminar nuestra obra de joder.

Todo esto viene en relación al horrible crimen de un niño de 15 años disparando contra su maestra y contra sus compañeros de clase. Es tan doloroso como incomprensible. Me cala hondo el dolor de las familias, y pienso mucho en los padres del pequeño cuya mente tenía tanto veneno que terminó salpicando inocentes.Que tragedia darte cuenta de esa manera que tu hijo necesitaba amor, no un iphone 7.

A raíz de este trágico suceso hablé con mi hija menor, de 14 años precisamente. Le pregunté si en su escuela (un colegio católico) les habían hablado del tema, o si les habían dado una platica especial. Me dijo que no, que solo les habían recordado la política Anti-Novios que tiene la escuela, porque ya habían detectado varias parejas de alumnos. Si, que importante estar atentos a que nuestros hijos de 14 años no cometan ese crimen de tener novio. Que estupidez, pensé.

Le dije a mi hija que nunca le he revisado su celular y que no pensaba hacerlo, porque es parte de su privacidad. Pero le dije que tenga mucho cuidado con lo que ve en la red, esa red que es una puerta abierta al bien y al mal. Le dije que evite ver cosas negativas, desagradables o dañinas, porque todo ello envenena su alma. Así como nos recomiendan comer frutas y verduras para tener un cuerpo sano, así debemos tener cuidado con lo que alimentamos nuestra alma. Si te relacionas con lo negativo, lo desagradable, o lo problemático sin duda te vas a contaminar. Busca lo bueno, lo que aporte algo positivo a tu vida, y comparte lo mismo.

Ojalá mi hija atienda mi consejo, y ojalá yo también haga lo mismo.