domingo, 10 de julio de 2011

Hello my little Friend...



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Resulta que, como ya escribí con anterioridad, hoy me desperté con la triste noticia del asesinato de Facundo Cabral. Como estaba taaaan dormido a las ocho de la mañana que me avisó mi hermano, no lo pude asimilar en su real magnitud, y asi, complice de mi desvelo me volvi a dormir con la ilusión de despertarme mas tarde y darme cuenta que solo había sido parte de mi sueño. Desgraciadamente no fue asi, al despertar nuevamente a las 10.30 fui a mi computadora para trabajar un poco y aproveche para revisar los diarios y darme cuenta que en efecto, el Maestro Cabral había sido asesinado. Como homenaje personal me puse a escuchar el clásico “Lo Cortez no quita lo Cabral” y la tristeza ahora si se apoderó de mi.




El titulo de este post es asi de raro porque inicialmente era un mensaje personal de facebook , el cual iba dirigido a ti, que fuiste quién me lo presentó. No recuerdo el año exacto, pero se que fue al principio de los noventas. Recuerdas cuando fuimos a verlo al Teatro del Estado?




Tal vez tu no lo recuerdes con tanta claridad como yo, pero desde ese dia me convertí extrañamente al Cabralismo; Cosa curiosa ya que a mi no me gustan las personas que escriben libros o cantan canciones para enseñarnos como vivir, siempre me ha parecido algo innecesario para mi, pero con Facundo fue diferente, tal vez por su forma tan poco seria de tratar las cosas, su rara mezcla entre comediante y filosofo, sus constantes citas que afortunadamente me obligaron a consultar y conocer los mas diversos artistas y autores. Podría describirlo como Un mentiroso tremendamente creíble y el menos serio de todos los pensadores, un hombre que amaba profundamente la vida o al menos eso es que siempre nos hizo creer, Quizá por eso resulta tan atractivo escucharlo y atenderlo.




Desgraciadamente, a partir de hoy todo lo que podremos hacer es consultar su archivo histórico, porque de aquí en adelante ya no habrá mas, su presente ya no tiene un futuro.




Mi querido Facundo, es triste ver como lentamente el mundo va perdiendo mentes tan brillantes como la tuya. Recordandote pienso que efectivamente Dios no siempre es justo, tu no merecías morir de la manera en que moriste, tu merecías morir en paz porque siempre fuiste un hombre de paz. Bien lo dijiste, solo hay que tenerle miedo a los pendejos.




Descansa en Paz.

1 comentario:

  1. Perfectamente lo recuerdo, ha sido parte de nuestro historial como otras tantas aventuras que recuerdo y otras que no, pero es lo que hace mas interesante y valiosa nuestra amistad, no crees???

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