Siempre he admirado a la gente que lucha por sus sueños.
No estoy diciendo ni insinuando que estoy viejo, pero cuando avanzas en edad la vida te absorbe de tal manera que pierdes un poco la brújula de los sueños y te conviertes en un surfista de una ola constante.
Los jóvenes, por naturaleza están llenos de sueños, por eso siempre me ha gustado mantener el contacto con personas más jóvenes que yo. Me agrada contagiarme de esas ganas de hacer cosas.
Hace tiempo, no recuerdo cuanto ni recuerdo cómo, pero agregué a mis amistades de Facebook a una muchacha, como dije, no se porque la agregué pero sus publicaciones me gustaban. Siempre positivas, siempre haciendo lo que le apasionaba, y siempre persiguiendo sus musicales sueños.
Normalmente publicaba fotografías de su trabajo, o en ocasiones compartía reflexiones sobre la importancia de ser auténtico, de ser tu mismo y no dejarte llevar por los estereotipos.
Muchos años pasó viviendo y compartiendo el sueño de su música, sus metas y sus proyectos. Hasta que un día al parecer las metas, los sueños y los proyectos cambiaron de destino. Al diablo la música, y abrió su Only Fans.
Me sorprendió mucho ese giro en la historia, pero aun así continúo admirándola, aunque en otro sentido.
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