jueves, 12 de diciembre de 2019

Leche Star Wars


Hoy mientras manejaba escuchaba en el radio comentarios sobre el gran e inesperado éxito que ha tenido el baby Yoda. Al parecer el personaje que apareció en algún episodio (o como le quieran llamar) de la saga Star Wars, y digo al parecer porque no he visto ese episodio y siendo sincero ni lo veré.

Escuchando esa nota pensaba sobre mi ya casi nulo gusto por Star Wars, y no es que ya no me guste, sino que digamos que me gusta la Star Wars de antes.

Soy super fan de los primeros tres episodios de la saga, que en la realidad alternativa de la propia saga son los capitulos IV, V y VI (esa ocurrencia de iniciar una saga a la mitad es ya de por si una genialidad de George Lucas). Con dificultad digerí la siguiente trilogía y la actual, la que está por concluir ha perdido casi en su totalidad mi interés.

Pienso que con Star Wars me pasa un poco como con la leche, no es que ya no me guste la leche, la sigo consumiendo, pero ya no es lo mismo que aquella leche "leche" que consumíamos en los 80s.

Recuerdo un lácteo anécdota que sucedió hace algunos años. Estaba en casa con mi hija Brenda, y mientras desayunábamos y me tomaba un vaso de leche le comentaba a mi hija que esa cosa ya no era leche, que la leche original era la de antes. A lo que ella simplemente disparó: Pues para mí esta es leche, es la única que conozco.

Y si, tenía toda la razón.



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