jueves, 26 de noviembre de 2020

El D10S

 




El día de ayer se fue el que, como dijo un comentarista, para los que no vimos jugar a Pelé, es sin duda el mejor jugador de fútbol del mundo.

En lo personal me tocó ver su carrera y su magia con el balón. Ustedes saben que Amo el fútbol, y disfruto enormemente del talento de cualquier destacado futbolista, y no se diga del talento sobrenatural del Diego.

Desgraciadamente se muere el futbolista y también se muere la persona, esa dualidad que acompañó al astro la mayor parte de su vida. Un claroscuro difícil de pasar por alto. Un genio en la cancha, el maestro de todos, y un ser humano con una terrible debilidad por las drogas.

En alguna ocasión escribí aquí sobre la desventaja de ver los defectos en las personas. Y este caso es un claro ejemplo de ello, si terminamos enfocándonos en el vicio de Maradona, terminaremos por condenar al ser humano y menospreciaremos el legado que dejó como futbolista. 

En lo personal y como amante del fútbol, me quedo con lo hecho por Diego Armando en la cancha, donde era un Dios. Fuera de ella era simplemente un ser humano más. Vete en Paz Diego, dejaste la pelota sin mancha.



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