martes, 5 de agosto de 2008

Jennifer y Elizabeth

Jennifer Ertman y Elizabeth Peña de 14 y 16 años respectivamente, eran amigas que asistían regularmente a la Waltrip High School en Houston, Texas USA.
Ellas fueron vistas por sus amigos por última vez a las 11:15 de la noche, cuando dejaron el departamento de sus amigos para dirigirse a su casa y evitar el toque de queda del verano que es a las 11:30. Ellas sabían que se les haría tarde si tomaban el camino normal a su casa, bajando por la calle 34 hacia la calle Jester, ambas calles de mucha circulación, y se decidieron a tomar un conocido atajo bajando por las vías del tren y atravesando el parque de la ciudad hacia el vecindario de Elizabeth.
A la mañana siguiente los padres de las niñas comenzaron a buscarlas frenéticamente, enviándoles mensajes a sus localizadores, llamando a sus amigos para ver si ellos sabían en donde estaban. Todo esto en vano. Los padres enviaron el reporte de personas extraviadas a la policía de Houston y continuaron buscando a las niñas por ellos mismos. Los Ertmans y los Peña reunieron a sus amigos y vecinos para que los ayudaran a repartir grandes cantidades de volantes con las fotos de las niñas por toda el área de Houston, incluso entregándole a los vendedores de periódicos en las calles.
Cuatro días después de la desaparición de las niñas, una persona que se identificó como “González” llamó a la línea especial para el combate al crimen (Crimestoppers). El dijo a la operadora que los cuerpos de las niñas desaparecidas podían ser localizados cerca del T.C.Jester Park en el Pantano White Oak. La policía fue enviada a la escena y buscó por el parque sin encontrar nada. El helicóptero de la policía sobrevolaba el parque y esto probablemente motivo que el Sr. González llamara a la policía, indicando que realizaran la búsqueda al otro lado del pantano. Cuando la policía atendió la sugerencia encontraron los cuerpos de Jenny y Elizabeth en un avanzado estado de descomposición.
El padre de Jennifer Ertman, Randy Ertman, estaba siendo entrevistado con respecto a las niñas desaparecidas a una televisora local, cuando la atención se centró en las cámaras de la policía que en ese momento proyectaban el hallazgo de los dos cuerpos. Randy comandó la camioneta del noticiero y fue hacia la escena del crimen que estaba ahora custodiada por la policía. Randy Ertman apareció en el noticiero local de la tarde, gritándoles a los oficiales de la policía mientras estos lo sujetaban con fuerza para hacerlo retroceder “Tiene cabello rubio? Tiene cabello Rubio?”.
Los cuerpos estaban muy descompuestos, quizá por los cuatro días que estuvieron expuestos al brutal calor del verano de Houston y la humedad, particularmente en la cabeza, cuello, y las áreas genitales. Los médicos que las examinaron testificaron después que esto fue debido a la horrible brutalidad con la que habían sido golpeadas, violadas y asesinadas.
El punto medular para resolver el caso vino de la llamada al número de emergencias. Este fue rastreado a la casa del hermano de uno de los hombres que mas tarde sería sentenciado a muerte por estos crímenes. Cuando la policía entrevistó al “Sr. González” el dijo que hizo la primera llamada a sugerencia de su esposa de 16 años. Ella se sentía muy apenada por las familias y buscaba que ellos pudieran enterrar los cuerpos de sus niñas. “González” dijo que su hermano fue uno de los seis hombres que estuvieron envueltos en el asesinato de las niñas, y dio a la policía los nombres de todos ellos, menos de uno, un nuevo recluta de la banda, de quien dijo no conocía el nombre. Su conocimiento del crimen venia directamente de los asesinos, la mayoría de los cuales fueron a su casa después de los asesinatos, fanfarroneando e intercambiando la joyería robada a las niñas.
Mientras Jenny y Elizabeth estaban viviendo sus ultimas horas de vida, Peter Cantú, Efraín Pérez, Derrick Sean O´Brien, Joe Medellín (José Medellín) y el hermano de este, de 14 años, estaban inicializando al nuevo miembro Raúl Villareal, en su banda conocida como The Black and Whites. Raúl era conocido de Efraín y no conocía a ningún otro miembro de la banda. Ellos habían pasado la tarde bebiendo cerveza y “lanzándose sobre” Raúl, esto significa que los nuevos miembros son llamados a pelear con cada uno de los miembros de la banda, hasta que sean aprobados y entonces aceptados como miembros. Testimonios muestran como Raúl peleó con tres miembros antes de literalmente perder la conciencia.
La banda continuó bebiendo por un tiempo más y decidieron partir. Dos hermanos que habían estado con ellos pero testificaron que no pertenecían a la banda fueron los primeros en irse, y en su camino se toparon con Jenny y Elizabeth, las cuales no sabían que caminaban hacia su muerte. Cuando Peter Cantú vio a Jenny y Elizabeth, el pensó que eran un hombre y una mujer y le dijo a los otros miembros de la banda que se lanzaría sobre el y lo golpearía. El estaba frustrado por que fue el único que no pudo pelear con Raúl.
Medellín fue el que inició el ataque, agarró a Elizabeth, quien entonces lloraba por la ayuda de su amiga. Testimonios muestran que Jenny pudo librarse y correr pero regresó cuando escuchó a Elizabeth llorar pidiéndole ayuda. Las confesiones de los miembros de la banda que fueron usadas en el juicio indicaron que nunca hubo menos de dos hombres en cada una de las niñas las cuales fueron repetidamente violadas oral, anal y vaginalmente a lo largo de una hora. Uno de los miembros de la banda dijo después, durante la sesión de fanfarroneo, que el tiempo que el tuvo a una de las niñas “ella estaba muy floja y desaliñada”. Medellín se jactó de tener “Sangre Virgen” en sus calzones.
El Joven de 14 años de edad testificó que el retrocedió hasta su hermano y Peter Cantú dado que ellos eran los únicos que el realmente conocía e insistió a ellos a irse. El dijo que repetidamente Peter Cantú le dijo “Toma Algo”. El violó a Jennifer y fue sentenciado después a 40 años por asalto sexual agravado, la cual ha sido la sentencia más alta para un joven.
Después de las violaciones, los miembros de la banda llevaron a Jennifer y a Elizabeth a una zona despoblada dentro del bosque, dejando atrás al joven, diciéndole que era “muy chico para ver”. Jenny fue estrangulada con el cinturón de Sean O´Brian, con dos asesinos jalándola, uno de cada lado, hasta que el cinturón se rompió. Una parte de ese cinturón fue abandonada en la escena del crimen, el resto fue encontrado en la casa de Sean O´Brian. Después de que el cinturón se rompió los asesinos usaron las propias agujetas de su victima para finalizar su trabajo. Medellín después se quejaba de que “La Puta No Se Moría” y que hubiera sido “mas fácil con una pistola”. Elizabeth fue también estrangulada con sus propias agujetas, después de llorar y suplicar a los miembros de la banda que no la mataran; ella empezó a negociar, ofreciendo darles su número telefónico así ellos podrían verse otra vez.
El medico examinador testificó que los dos dientes frontales de Elizabeth fueron lanzados fuera de su brutalizada boca antes de que ella muriera y que dos costillas de Jennifer fueron rotas antes de que ella muriera. Testimonios muestran como los cuerpos de las niñas fueron pateados, y sus cuellos aplastados con pisotones fuertes después de ser estranguladas para “estar seguros que ellas estaban realmente muertas”
El joven se declaró culpable de este cargo, y los otros cinco fueron hallados culpables de asesinato en Harris Country Texas, y fueron sentenciados a muerte.

La ejecución de José Medellín esta programada para el 5 de Agosto de 2008.



** Tomado de Wikipedia. Traducción: San Escrin.

3 comentarios:

  1. malditos cobardes... no merecen vivir

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  2. TODO lo q an echo lo estan pagando aki y lo pagaran en el otro lado...q descansen en paz estas pekenas q no meresian todo lo q les isieron estos asesinos.ellas ahora estan en un lindo y hermoso lugar descansando d est mundo d violencia

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    1. Asi es.

      Este post lo publiqué porque en esos dias el gobierno mexicano hacía todo lo posible por evitar que Jose Medellín fuera ejecutado. Y me preguntaba a que clase de persona estaban defendiendo. La verdad quedé impactado al ver el horrible crimen que estas bestias habían cometido. Ni con su vida pueden pagar lo inumano de su acto. Curiosamente en México solo se hablaba de el esfuerzo por evitar la pena de muerte al mexicano inculpado, pero nunca se habló de la clase de bestia que estaban defendiendo.

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