Hace mucho que no te veo, y te
extraño. Ayer pensaba en ti, en lo mucho que te hubiera gustado acompañarnos en
la iglesia. En lo feliz que hubieras estado de ver a tus dos nietas hacer su
primera comunión juntas. Siempre te gustaba participar de los logros de tus
hijos y tus nietos.
Sé que desde donde estas nos
observas así que estoy seguro que ayer estabas con nosotros. Aunque me hubiera
encantado poder verte, abrazarte, siempre tan guapa y perfumada, con tus ojitos
de inmenso amor, y tu mirada lejana, siempre preocupada por como le ibas a
hacer para ayudarnos. Sé que ayer
estabas contenta por ver a tu familia unida, feliz, tal como tu la construiste
y tal como tu la dejaste.
Ayer veía a mis hijas como
lentamente se convierten en pequeñas mujercitas, ellas no tuvieron la
oportunidad de recibir tus consejos, pero no te preocupes por eso, yo se los
haré llegar. Trato de hablarles de ti para que no se diluya tu recuerdo.
Estoy consciente de que tu
partida no dependía de tu voluntad ni de la mia, merecías el descanso y Dios
quería tenerte con el. Por eso no reclamo tu partida, agradezco los años
maravillosos que nos regalaste, agradezco a Dios el haberme dado a la mejor
madre.
Te amo Doña Elia
Te amo mamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario