Terraceria Beisbolera

Bajémonos un poco a terraceria, olvidémonos de la economía, la recesión y las elecciones de los Estados Unidos.

Aprovechemos que es Octubre, el mes en el que ocurren dos importantes sucesos, Se acaba el verano y se juega la Serie Mundial de Beisbol. Asi que para celebrarlo les platico lo siguiente:

Esta es la historia de Steve Bartman, un perfecto ejemplo de lo que es estar en el lugar menos indicado en el momento menos indicado.
Era el 14 de Octubre de 2003, Cinco años han pasado exactamente. La ciudad Chicago, Illinois, el lugar el estadio Wrigley Field casa de los Cachorros de Chicago . Era el Sexto juego de la serie de campeonato de la liga nacional, la cual se juega a ganar cuatro de siete juegos. El Pitcher de los Cachorros era Mark Prior, El bateador Luis Castillo de los Marlins de Florida. En ese momento se jugaba la octava entrada, con el marcador a favor de los Cachorros 3 carreras a Cero y la Serie a también a favor de Chicago Tres juegos a Dos. Bastaban únicamente Cinco outs para que los Cachorros ganaran el juego y con ello el campeonato de la liga, lo cual los llevaría al lugar soñado por todo beisbolista La Serie Mundial de Béisbol. Misma que no jugaban desde 1945 y no ganaban desde 1908.

Bartman estaba sentado en la esquina izquierda del estadio, justo encima de la barda en primera fila, cuando una bola de foul sale del bat de Castillo, es un elevado que va directamente a la zona del estadio en donde Bartman se encuentra. El filder izquierdo de los Cachorros Moisés Alou intenta llegar a la pelota cuando Barman hace lo que todo fanatico haria en su lugar, intenta atrapar la pelota, para su mala suerte consigue quedarse con la misma, robandosela literalmente del guante al jardindero Moisés Alou, este reniega lanzando su guante contra el suelo y gritando contra Bartman.
Después de esta desafortunada jugada los Cachorros se desconcentran y terminan perdiendo el juego 8 carreras a 3, un juego que prácticamente tenian ganado, con lo que la serie se empareja a tres juegos, dandole vida a los Marlins que tambien ganan el septimo juego dejando en el camino de la serie mundial a los Cachorros y a Bartman con un problema mayusculo al ser considerado non grato en su propio estado.
Ese dia Barman tuvo que salir del estadio escoltado por la policia, mientras la gente del estadio lanzaba sobre el cualquier cantidad de cosas, su vida se convirtió prácticamente en un infierno, ya que era constantemente acosado por los fanaticos enfurecidos que lo culpaban de la derrota de su equipo. A tal grado de desproporción llegó el Asunto que el gobernador de Illinois le sugirió apegarse al programa de Proteccion de Testigos para garantizar su seguridad. Asi mismo el Governador de Florida le ofreció asilo politico para resguardarlo de sus agresores.
Al final Bartman se disculpó públicamente por su involuntario error. La pelota de la desgracia fue comprada por el restaurantero de Chicago Grant DePorter pagando por ella la cantidad de $113,824.16 en una subasta pública. Dicha pelota fue públicamente detonada por el experto en efectos especiales Michael Lantieri en febrero de 2004, todo esto a manera de exorcismo.

Esta es una historia mas en torno a un deporte tan bonito como popular. El Beisbol.