jueves, 15 de noviembre de 2007

Tutti Frutti




Lo Dijo Bermudez 2

Bien dice el dicho que "A Todo Se Acostumbra Uno" , hace un mes que me estaba quejando amargamente de mis Bermudezcos despertares y hoy en dia ya no se nada de el, y no por que mi mamá ya no lo escuche, es simplemente por que ya se volvió parte de los "ruidos" caseros, de esa extraña mezcla de sonidos que contienen de todo pero nada identificable, no se si sea esa forma tan relajada en la que duermo, o que simplemente me acostumbré, pero el tal Bermudez ya no es una problema para mi. Salud por ello .

De Siete a Ocho

Ahora resulta que ese es el horario estelar, ahora resulta que todo pasa a esa hora.
Me explico. Hace largo tiempo venia cargando con la inquietud de entrar al Gym, no fué facil hacerlo, pero por fin lo logré, me inscribí a Body Combat y Body Pump, está atodamadre, las clases son de siete a ocho de la noche, llevo una semana y he tenido que faltar algunos dias por que resulta que exactamente he tenido que atender compromisos a esa hora, ayer no fué la excepción, vino mi hermana de Tijuana y la tuve que llevar (con gusto) a la U.V.M. Fuimos a las Seis de la tarde y salímos de ahí a las siete 15, despues el pastel de cumpleaños de mi papi. Hoy no podía ser diferente, en el colegio de mis hijas hay Escuela Para Padres, si, exactamente de siete a ocho. Así que hoy me enfrento al dilema: Ser un Buen Padre Obeso, o Ser un Mal Padre Delgado.
Creo que la solución está en ajustar el horario del Gym. Eso es lo que haré.


"Here Comes The Rain Again"

Los Dias de lluvia siempre han sido mis favoritos, me encanta ver llover, me gusta mucho manejar en la lluvia y escuchar musica. En los dias lluviosos me gustaba estar en el carro, con buena compañia, simplemente estacionados escuchando musica, platicando y viendo llover. En los tiempos recientes las cosas cambiaron, en las noches lluviosas mi gusto consistia en verificar que todo estuviera en orden, que no hubiera goteras o alguna filtración, era muy bonito velar el sueño de ellas, sentarme en el sofá de la sala y ver por la ventana la lluvia. A veces me tocaba ver a un vecino que salía a fumar al patio a las dos o tres de la mañana, creo que el también compartia mi misma afición.
El Domingo todo eso cambió radicalmente, eran la una y media de la madrugada, llovia con fuerza, yo iba manejando y escuchando musica, pero ya no era lo mismo, quizá por que sabia que esta vez no llegaría a velar su sueños, ya no llegaría a ocupar ese lugar en el sofá, ni vería la lluvia atravez de esa ventana. Se acabó la felicidad y el gusto por la lluvia. Noche diferente. Lluvia triste.

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