martes, 23 de febrero de 2010

Who´s Calling?


Ayer en la tarde tuvimos que internar a Doña Elia en el Hospital.

Salvo algunos doctores o enfermeras me atrevería a decir que a nadie le gustan los hospitales y Doña Elia no es la excepción. Cualquier cosa, menos internarse en un hospital.


La entiendo perfectamente, ir al hospital de alguna forma es como aceptar que las enfermedades van ganando. Pero ahora si que era necesario hacerlo, ni modo Doñita, una semanita de “vacaciones”.


Como en todos los hospitales tuvimos que aguantar un par de horas en la sala de espera hasta que los im_pacientes que estaban antes que nosotros fueran atendidos. En eso estábamos cuando me llama mi hermano Alfonso por el Nextel para preguntarme si mi mamá necesitaba algo. Asi que repito la pregunta a mi mamá:

Doña Elia, que si necesita algo.


Y con ese espíritu de insatisfacción que a veces se apodera de mi má me contesta: uuuuuyyyyy …hay tantas cosas que yo necesito.


No me queda mas remedio que decirle a mi hermano: Dice que no, que lo tiene todo.


Cuelgo y enseguida le digo a Doña Elia en tono de broma: Lástima oiga. Era Dios, perdió su oportunidad. (Espero que Dios tenga buen sentido del humor, de lo contrario creo que me acabo de condenar con semejante blasfemia)


Se rie, pero como diciendo.. pinche chistoso.


En fin, ese evento dio para la reflexión almohadera


Y a mi, cuantas veces me habrá llamado Dios?


Seguramente muchas
Entonces, de esas muchas llamadas…


Cuantas veces me habré hecho wey para no constestar?


Cuantas le habré dicho Estoy ocupado ahorita te marco, sin pensar en marcarle claro.


Cuantas más le habré contestado de mala gana?


Rayos, solo espero que no haya perdido mi oportunidad.

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