La Frontera

“A mi me gusta mas estar en la frontera
porque la gente es mas sencilla y mas sincera
me gusta como se divierte y como lleva
la vida alegre, positiva y sin prolemas”

Asi rezaba la melodiosa canción que interpretaba Juan Gabriel en los ochentas.
Hoy las cosas no han cambiado mucho, la frontera norte sigue siendo un estupendo lugar para vivir, exepto en época de crisis como esta. La diaria devaluación de nuestra moneda nos trae jodidos. Aquí es costumbre adquirir gran parte de nuestros productos basicos en los Estados Unidos, igual pasa con la ropa y los electronicos, hasta la comida del perro, hay gente que incluso compra la gasolina. Además algunas gastos como la renta o el valor de las propiedades están cotizadas en dolares, así que con este incremento constante en el valor de dicha moneda los “fronterizos” sufrimos una inflación diaria que parece no tener fin.
Un Ejemplo: Mi hija toma clases de piano, el año pasado el costo por el servicio era de 70 dolares al mes, este año cambió de maestra (ahora le da clases la mamá de su anterior maestra) y con ella las clases cuestan 60 dolares por mes. En un principio pensé “que voy a hacer con 10 dolaritos que me sobrarán cada mes???” ya habia pensado meterlos en una cuenta de ahorros y en 50 años tendría 6,000 dolares. Nada mal jajaja.
Peeeeero, no contaba con la astucia de la devaluación.
Traducido a pesos antes pagaba $ 700 pesotes
Y ahora pago 900!!!!!!
(no me estoy quejando que conste, digo, no sea que la maestra vea este post y piense que ando llorando por las cuotas jaja)
Doscientos pesos de pérdida en vez de 100 de ganancia. Que buenos negocios hago, neta.
Ven, en lo que escribo este post el dólar ya rebasó los 15 pesos, pero no pienso hacer nuevos calculos, por que seguramente antes de publicarlo ya el tipo de cambió se habrá incrementado nuevamente. Necesitamos urgentemente que el tipo de cambio se estabilice, vale madre si es en 16 pesos pero que ya se esté quieto por el amor de Dios (con voz del viejito de Telcel).