La noche del miercoles pasado fué una noche extraña, asistí con pesar a dos funerales, dos viejos vecinos de mi casa paterna fallecieron ese mismo dia. Fue una noche de recuerdos, de nostalgia y de mucho pensar.
Pensé en postear algo en esos dias, que bueno que no lo hice por que este blog pareceria funeraria ya con tanta esquela.
Ahora tristemente retomo el tema, hoy en la mañana me avisaron que un amigo mio falleció anoche, un infarto fulminante terminó con su vida. 44 años tenia.
El se va, los que se quedan son su esposa y sus tres hijos. Al ver a mi amiga ahora viuda, veo que hay cosas peores que divorciarse, cuando te divorcias por lo menos tus hijos siguen teniendo un padre y una madre. En este caso no hay un lugar a donde ir, un numero que marcar, no hay una explicacion para la ausencia del padre.
Es una noche irreal, ahi estamos en la capilla todos los que en muchas ocasiones nos reunimos con cualquier pretexto para comer y platicar. Lástima que tenga que ser de esta manera.
Llevo una semana viendo el dolor atravez de los ojos de las esposas, los hijos, las madres. Ya no quiero. Esta cercania con la muerte me molesta, me irrita los ojos, me asusta. Prefiro verla como algo distante, algo ajeno, algo que no me tocará vivir; Prefiero engañarme solo.
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