viernes, 29 de febrero de 2008

Un Poquito De . . .

Luna Amarga


Quería abandonar a Rebecca como una serpiente: dejando entre sus manos un despojo que ya no era yo, un Franz que había mudado de piel, entregándole una apariencia en la que ya no habitaba. Rebecca se desolaba ante mis intenciones, sintiéndome siempre más dispuesto a amar a cualquiera que a ella. Por aquel entonces, toda mujer me parecía preferible por el mero hecho de ser otra. Algunas noches, mientras me pudría en el calabozo conyugal...

- - -

¿Hay peor herida que advertir que el fuego de una pasión se retira de ti como el mar se retira de la playa cuando baja la marea?

- - -

...Veía la mirada de Rebecca implorando en silencio, solicitándome unas explicaciones racionales que yo no tenía. Mi deseo de ruptura era tan arbitrario como mi flechazo de hacía dos años. - Pero dime qué te he hecho, si te he enojado, si te he herido... -¿Que me has hecho? Nada: Sencillamente, cometes el error de existir.




Diablo Guardian

“Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes. O sea de querer siempre ser otra. Y hasta peor: conseguirlo, ¿ajá? Me acuso de bitchear, witchear y rascuachear, de ser barata como vino en tetrapak, y al mismo tiempo cara, como cualquier coatlicue traicionera. Me acuso de haber robado, no una ni dos veces sino a toda hora y en todo lugar, como chingado pacman cocainómano. Me acuso de acusar al confesor por mis pecados, y de haberlo nombrado Demonio de Mi Guarda sin siquiera explicarle la clase de alimaña que estaba contrayendo. Porque a mujeres como yo no las conoces; las contraes. Como los matrimonios y las enfermedades y las deudas. Ay, mi Diablo Guardián: Dios te lo pague. “..

- - -

“Necesito que me odies, Diablo Guardián. Que escribas mi novela sólo para vengarte, para que los lectores me odien más que tú. Quiero que alguien arranque las hojas y escriba en la portada: Puta infecta. Y quiero que después cierres los ojos y me mires y me digas: Violetta, no puedo vivir sin ti. Quiero que me ames por eso, no a pesar de eso. Que maldigas tus momentos más felices y no puedas dormir si no rezas por mí. “…

No hay comentarios:

Publicar un comentario