畜生

Estoy aqui, acostado, bebiendo a sorbos la Botella de Chenin Blanc reservada para una ocasión especial. Nunca hubiera pensado que sería para esta.

Siento rabia, furia y te maldigo, no solo a ti, a ti y a todo lo que representas, maldigo a todas las que como tu creen merecerlo todo, y sin importar nada mas que su propio ego arrastran como animales heridos a los pobres ingenuos que con la esperanza de recibir alguna muestra del mas minimo afecto, limosna le llamaria yo, son capaces de empeñar la poca dignidad que les queda a cambio de las sobras de ese putrefacto cariño, cariño que siempre será menor al que se le brinda a un perro. Maldita tu y tu necesidad egiosta de cariño y compañia. Maldito tu amor que malbaratas con quien sea capaz de humillarte y someterte. Malditas tus palabras que son solo falsos negociadores de tus intereses.
Estoy lleno de furia tendido en mi cama, el vino empieza a hacer efecto, mi respiración como la de un toro a media plaza hace que me hierva aún mas la sangre. Como pudiste hacer eso? Como pudiste humillar de esa manera a la unica persona que te a amado en la vida y que seguramente será la unica que te ame.
Como alguien puede recuperarse de semejante golpe a su honra, a su corazón y a su dignidad?
Como pudiste hacerlo peruanita? ahora que empezabas a gustarme.
La botella de vino ahora es un tercio, mi cuerpo empieza a pensar y deja de sentir, son las once y media de la noche, sigo maldiciendo esporadicamente. Ya casi recuperado con la ayuda del vino retomo la lectura del siguiente capitulo, aún molesto. Mas te vale Niña Mala que todo esto valga la pena.