Texto de Germán Dehesa
“Hoy Jueves 5 es cumpleaños de mi exposa la Tacher. De mil maneras estos renglones la incluyen y hablan todos ellos del largo, atormentado y durable amor que nos profesamos. Me he demorado, pero de lo que hoy quiero hablar es de la suave y fuerte constitución de las mujeres de México, cada día mas libres, mas comprometidas y mas sabias (quedan algunas burras, pero cada vez son menos y con mejor disposición para inaugurar el cráneo). Si los hombres de México tuviéramos el ansia que tienen ellas para encontrar su lugar en el universo, tanto mejor estaría nuestro país; pero no ha sido así, frente a esa tersa y tenaz insurgencia solemos reaccionar con terror y con violencia. Los hombres enviamos incesantemente un mensaje atroz: te ofendo, te torturo, te hago menos, te uso, te violo, te mato por que tu te lo buscaste, ¿quién te manda pensar, querer ser libre, querer ser dueña de tu cuerpo y de tu alma si es que la tienes; querer gozar sin permiso y sin pagar costos horrendos, quién te manda triunfar, progresar, producir bienes, iluminar al mundo?, por eso y por lo que ni siquiera mereces que te diga recibirás tu castigo; solo a ti se te ocurre poner en evidencia tu talento, tu belleza, los misterios que te habitan, el mar que en ti se cumple, el lúcido y lucido cielo que en tus ojos se atisba, la razón de amor que tú eres y hacer todo esto sin pedirme permiso.
¿Saben qué, mujeres? En mi calidad de lector atento de la constitución femenina, estoy autorizado para decirles lo que ustedes ya saben: en la verdad y en el saber son libres, ya no es hora de que nadie se proclame dueño de ustedes o gobernador de su intimidad, o regulador de su confortante gozo. No se arredren, su constitución les permite y casi les ordena seguir adelante. Si lo piensan bien, no necesitan proponerse llegar a ser reinas; ustedes nacen reinas y nosotros nos dedicamos a despojarlas de su titulo. Ya no lo permitan. Sigan caminando, les aseguro que en el camino se encontrarán con hombres lo suficientemente inteligentes, generosos, tiernos que les permitan cumplir su voluntad de compañía. Adán y Eva están por comparecer en el umbral de la historia. La constitución femenina es la salida del laberinto de la soledad.”
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